Cambiar los Hábitos

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El cambio es difícil para la gran mayoría de la gente. Cuando pregunto a mis alumnos el porqué, la mayoría de ellos responde con sólo dos palabras: “zona de confort” y tienen razón.

Según hemos podido investigar, hemos establecido patrones cerebrales para todas esas tareas que hacemos rutinariamente y con las que nos sentimos mas cómodos.

Luego se deduce que para crear un nuevo hábito tendríamos que invertir el tiempo y el esfuerzo necesarios para construir un nuevo patrón cerebral.

Y aquí está el quid: ¡Tiempo y esfuerzo!

Un requisito previo para que algo de esto suceda, es que no está satisfecho con la situación actual y el deseo de cambiarla por algo mejor. Llamamos a esta mentalidad “necesidad de cambio”.

Así que vamos a explicar esto un poco más, usando un ejemplo:

La mayoría de nosotros comenzamos la jornada laboral abriendo nuestro correo electrónico. La desventaja en hacer esto, es que cualquier plan que teníamos para el día, es muy probable que sea reemplazado por las peticiones y demandas que llegan a nuestra caja.

Pero también hay una ventaja y esta es la trampa, esto es lo que hace que sea tan difícil de cambiar. Michelle Rees en su articulo “Neuroscience of Breaking Habits” llama a esto una recompensa. Al entrar en nuestro correo electrónico a primera hora, nuestra curiosidad, nuestra sed de saber lo que pasó en las últimas 12 horas está saciada, …… somos recompensados.

El truco continúa, lo que debemos es reemplazar este comportamiento por algo que ofrezca un valor de recompensa similar.

En nuestro caso, pedimos a nuestros participantes en el Programa PEP® “que planifiquen la primera hora de la jornada laboral, para una tarea o actividad importante pero no su correo electrónico”.

Sólo la primera hora, eso es todo. Y no olvides apagar todas tus notificaciones durante solo una hora. Sí, pero…… ¡No hay peros! Tu empresa puede sobrevivir sin ti sólo una hora

Al implementar este cambio, empezamos a trabajar de manera más proactiva, avanzando en actividades importantes, para las que antes no teníamos tiempo y esto a su vez nos da satisfacción y una recompensa. ¡Todo en una hora al día!

Pero desarrollar un nuevo patrón cerebral, un nuevo hábito, requiere tiempo y esfuerzo. Para asegurarnos de que esto se convierte en un éxito, tenemos una serie de contactos de seguimiento repetidos con nuestros participantes durante 2-3 meses donde los apoyamos y alentamos a lo largo de este proceso de cambio.

Al final de este proceso, el tiempo y el esfuerzo se sustituyen por rutina. Ahora has creado un nuevo hábito, una nueva zona de confort.

Eric Magnusson, Managing Partner PEP® worldwide-Europe

PEP® es una marca registrada, adquirida y licenciada por IBT Europe BV.

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